Sentado en una furiosa silla, enfadado y detenido por muros que roban el aire. No he comido en días, el estómago me duele y no me preocupa.
Veo a través del camino, me veo moldeado en barro. Me miro fijamente, estoy asustado, su cara es similar a la mía, aunque cambia sus rasgos constantemente.
Tengo un par de velas negras, un par de velas rojas, veo las sombras bailando por todas partes, danzando mientras suena mi canción favorita. Y estoy más molesto ardiendo en la furiosa silla. Me quiero levantar, así no me puedo expresar.
Cometiste un error de pequeña, la nube rosa con destellos amarillos ahora se ha vuelto gris. Y quería bañarme en la lluvia, todo lo que quiero es jugar, pero este día no se podrá. Hoy me toca rezar...
Perdí mi mente.
No me importa.
Estoy sufriendo de una parálisis.
¡Para! ¡Debes parar!
En una cárcel colectiva estamos. Estoy atado de todos modos, ¿La soledad? La soledad no es una fase. En un campo de dolor y yo me mantengo regando el campo. La serenidad está más lejos que mi libertad.
No podía hacer nada. Te llenaste de inseguridades absurdas por no soltar el ancla de tu pasado... El problema no son los secretos, sino todo lo que llegamos a suponer. Tu pequeña gran esperanza era yo. Y Me alimentaste con manzanas podridas. Acabaste con el peso de mi corazón, pero no el tamaño.
¡Sabio pero lleno de impotencia!
Hablar de mi no esta bien.